INDIGNADOS…EN BRASIL!

Queridos amigos: después de meses de silencio, volvemos a vuestro blog favorito para saturaros de cosas y que acabéis empachados sin querer saber más de nosotros. Si en mi redacción notáis cosas raras es que ya pienso en portuñol, así que tranquilos. Por en cuanto, este post se lo dedico a mi hermano Jesu, que cumplió años el día después de que sucediera todo….

Era un domingo por la tarde. Volvíamos de Uauá, una ciudad a 170 km de Juazeiro donde está de párroco Carlos Palacios, cura del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras). Volvíamos tranquilamente en el autobús de línea para Juazeiro, que tarda 4 horas en hacer el trecho. Nos subimos al bus, y como llegamos con tiempo, conseguimos plaza s para ir sentados…cuando salíamos de Uauá había unas 10 personas de pie en el pasillo. La cosa es que el conductor iba parando por la calle y recogiendo a más gente. Luego en la carretera-camino seguía recogiendo más gente, y en cada poblado por donde pasaba, recogía más peña….El autobús parecía un flautista de Hamelim, solo que en vez de niños, atraía gente de todo pelaje.

Conforme avanzábamos en el viaje, eso se iba convirtiendo en camarote de los hermanos Marx. Llegó un momento en que los pasajeros comenzaron a chingar (protestar) al conductor. Al fondo hay sitio! Decía él, pero el personal que iba de pie se apretujaba en la parte delantera del bus. Los de fuera querían entrar, y los de dentro no se iban para atrás, así que uno hizo de Spiderman, se quito las chanclas y TREPÒ por encima de los asiento para llegar a la parte de atrás!

Al cabo de 2 horas llegamos a Pilar, una ciudad donde suponíamos que se apeaban unos cuantos-bastantes. Así fue, pero un tropel de gente esperaba abajo para subir, y el saldo empeoro. A partir de ese momento: 50 sentados-40en el pasillo. No es coña, que lo vieron estos ojitos que se han de comer los gusanos! Ahí nosotros ya estábamos calentitos, pensando: Cómo es posible que la gente aguante esto y que la empresa se aproveche de esta manera! Tendrían que poner 2 buses! El caso es que a las afueras de Pilar vemos como el bus entra en las cocheras de la empresa: Claro! Han visto que hay mucha gente y van a poner otro autobús!

Pero cuando nos disponemos a bajar, una piba nos dice que no, que ese coche tiene avería y que nos cambiamos a otro TODOS! Ahí comienza de nuevo la confusão (me encanta este palabro!) la gente como loca bajando del autobús para pillar sitio en el otro, los jóvenes tirándose por las ventanillas, y eso en un bus con 90 personas. A esas alturas yo ya estaba más quemao que la moto de un hippy, y cuando salí me abalancé sobre el conductor, que con una sonrisita cabrona me dijo que él no tenía la culpa, que era un mandao…le amenacé con una denuncia, me lié a tirarle fotos a los autobuses , mientras despotricaba, pero el tipo no estaba ni ahí. Despotricaba de la empresa y de la gente que como borregos hacían lo que les mandaban y no decían ni BEEEE! Y ahí fue que un grupo de personas, mujeres casi todas, empezaron también a quejarse y protestar: No hay derecho! Y todas esas cosas que decimos cuando nos encendemos. Empezamos a llamar a los que estaban dentro para que bajasen del bus y que éste no saliese a menos que pusieran otro para los 40 sin plaza. Les decía que si tuviésemos un accidente, en esas condiciones, todos íbamos a batir las botas (palmarla). Pero los de dentro ni caso. Así Miguel Ángel y yo, removimos a esa docena de mujeres (con niños y abuela incluidos) y nos plantamos en la puerta de las cocheras de la empresa diciendo: Ninguem sae daqui até que botem mais um ônibus! Cuando vio el percal, el conductor llamo al gerente para ver como hacía. El gerente le dijo que no había conductores disponibles y que los que no tuvieran plaza se les devolvía el dinero si querían, pero que no se podía fletar otro autobús. Nosotros, como Don Erre que Erre, sin bajarnos del burro, seguíamos bloqueando la salida. Una de nuestras marus llamó a la policía (con un poco de suerte nos expulsan del país por alborotadores, decía yo) que no llegó. El autobús arrancó y empezó a avanzar hacia donde estábamos nosotros, mientras cantábamos a coro: O povo unido jamais será vencido!

Un metro antes de atropellarnos frenó, y ahí seguíamos haciendo de barrera humana y dispuestos a estar el tiempo que hiciera falta hasta que nos hicieran caso. Así va Brasil, que nos lo tragamos todo! Decía una. Y la docena de personas que nos rebelamos nos animábamos unos a otros a poner una denuncia del suceso en el organismo fiscalizador de trasportes. Y así estaba la cosa: 70 personas en el autobús, nosotros cortando la salida y al conductor se le quito la sonrisita cabrona que tenía y volvió a llamar al gerente. Esta confusão duró 40 o 60 minutos, hasta que por fin vimos llegar una moto-taxi que traía….otro conductor!

Ahí empezamos a aplaudir y a gritar de nuevo: O povo unido jamais será vencido! Lo conseguimos! Cuando vimos que otro autobús arrancaba, liberamos la salida y nos subimos eufóricos por el triunfo…la gente que no tenia plaza en el otro bus también subió, pero todavía quedaron 10 personas de pie en el otro autobús que no se atrevieron a mudarse. Los que íbamos en ese autobús nos sentíamos alegres, habíamos peleado para que nos trataran con dignidad y no como ganado. Y lo mejor es que habíamos vencido a la empresa que tiene el monopolio, la fuerza y la unión de unos pocos había logrado el beneficio de muchos. Pienso que esto es una parábola de los Davides y Goliats que luchan en cualquier sociedad, que ninguna mejora en la vida del pueblo es regalada desde arriba, es una conquista, a veces por una minoría que se enfrenta, a veces por un movimiento masivo de la sociedad (INDIGNADOS!).

Termino con esa frase de Martin Luther King: ¨Lo que me produce más tristeza no es la maldad de los malos, o el sufrimiento y la injusticia que provocan; lo que más me indigna es el silencio de los buenos¨.

JOSE MANOEL